Billo Frómeta–Comentando Y Reflexionando–Andy Durán
En el contexto del congreso, pude notar como la gente y en especial la comunidad musical están enterados de Billo, su orquesta y sus triunfos en Venezuela como hijo dominicano. En algunas conversaciones me mencionaron músicos que vinieron a Venezuela, acompañando al maestro en la aventura que comenzaba en diciembre de 1937, por ejemplo: Sócrates de León, Freddy Coronado, Porfi Jiménez, Rafael Minaya, Damirón, Chapuseux y otros. Algunos vinieron en el primer contingente , otros a posteriori y dosificadamente.
Allá en Santiago hablé con los maestros mayores y respetados, Ej. Don Crispín Fernández y aprovechamos para repasar las formulas verdaderas del merengue dominicano: el verdadero de campo, con tambora bien amarrá, güira o güiro y acordeón, además de los aportes de otros maestros tales como Luís Pérez y Johnny Ventura (son muchos en realidad), justo allí, en esos momentos descubrí el porque del sabroso merengue Billero con sus accesorios fascinantes.
Podríamos decir entonces, que el merengue con jaleo recio de saxos, la tambora y la güira son un punto de identidad y honor del gentilicio dominicano y justo eso fue lo que trajo el maestro Billo a su segunda patria Venezuela.
Desde el propio comienzo de sus andanzas musicales en Venezuela el merengue dominicano fue parte estratégica y fundamental en su repertorio. Para mi, no deja de ser algo fascinante y loable que el maestro Billo logró sembrar el autóctono merengue dominicano en este país, pero con un grupo de músicos venezolanos, vale decir: una banda venezolana interpretando ese ritmo con total solvencia, tal cual una banda nativa de RD, asombroso en todo sentido. Por eso decía, un punto de honor…y por eso también, el merengue es conocido e interpretado en esta tierra como cosa común y del día a día.
En la música y arreglos del maestro Billo podemos apreciar una excelente psicología o intuición natural para lograr el efecto de aceptación inmediata y alegría en las fiestas o al escuchar sus grabaciones. Su formula para los arreglos: Sencillez armónica, intervalos consonantes en las orquestaciones (evitando las disonancias), mucho ritmo, sabrosura y psicología.
Uno de los aspectos que deseo mencionar como vital en la música de Billo es la inteligencia que tuvo para asimilar nuestra idiosincrasia y plasmarla en muchas de sus composiciones, me refiero, no a las composiciones dedicadas a Caracas vieja o Guarenas, sino, a el hecho de tomar nuestro hablar cotidiano, refranes, comidas, sucesos y ritmos autóctonos locales y entorno, en fin, todo un logro artístico en tierra extranjera. Mientras Billo hacía eso, muchas orquestas venezolanas de salsa querían hablar como puertorriqueños o cubanos utilizando una jerga antigua y fuera de comprensión (Zafacón, pollito, mulata, alambrito dulce y cosas por el estilo) por cierto, una muy mala imitación.
Billo llegó y amó a Venezuela; muchas de sus canciones son parte de nuestro acervo cultural contemporáneo. En el musical NAVIDAD CON BILLO he sido testigo como la música Billera está en el corazón de los venezolanos, es fácil saberlo, basta observar la emoción que se genera y las lagrimas de emoción del público; incluso algunos del reparto de la obra son tocados por la emoción.
Como epílogo de este escrito: El maestro Billo ha sido tributado y reconocido suficientemente en Venezuela; luego dirigir y sentir su música en el show NAVIDAD (FIESTA) CON BILLO, luce oportuno trasladar y presentar este evento a Rep. Dominicana, ahora como un reconocimiento de su tierra natal.
Andy Duran
Caracas 26 junio 2011
Categoria: Espacio Billómano